Todo en el Espíritu

Todo en el Espíritu

…lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte… Para trabajar en toda clase de labor. (Éxodo 31:1-5).

Me gusta pensar que en medio del agotamiento, el Espíritu de Dios me sostiene más de lo que yo siento o entiendo en ese preciso momento. ¿Puedes descansar en la promesa de que el Espíritu de Dios está dando testimonio a tu espíritu sobre quién eres tú? Pablo dice en Romanos 8:16 que «El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios«.

Necesitamos recordar que el Espíritu Santo opera más allá de nuestro conocimiento y nuestras fuerzas: ¡Gracias a Dios por esto! ¡Lo contrario sería un desastre! ¡No sobreviviríamos! En ocasiones, cuando suena el despertador, muy temprano en la mañana, hay un peso que se vuelca sobre mi recordándome cuán dura va a ser la jornada que me espera y el gran número de trabajos que quedan por hacer. San Pablo dice en Romanos 8:6 «Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz«.

Antes de poner el pie en el suelo, encomiéndate al Espíritu. Pídele que te guíe y te llene con su sabiduría, su ciencia y su arte para trabajar en toda clase de labor»; y confía en que cuando ya no puedes más… Él sigue dando testimonio a tu espíritu de que eres un hijo de Dios.

[note note_color=»#fef0b4″]Este artículo fue una colaboración de Fran Sanchez.
Profesor de lengua en secundaria. Me apasiona aprender y enseñar. La Biblia es mi manual de instrucciones. Aprendo mientras sirvo y sirvo enseñando. » Sígueme en El blog de Francisco Sanchez o en Twitter @elblogdefran.[/note]