El nombre de Dios ha sido objeto de profundo estudio e investigación a lo largo de la historia. En el Antiguo Testamento, Dios se reveló a sí mismo ante Moisés con un nombre específico que ha sido transliterado de diferentes formas a lo largo del tiempo.
Este artículo analiza el origen, significado e importancia de este nombre revelado de Dios en el Antiguo Testamento. Aparte de explicar cómo surgió el nombre Jehová.
Origen del nombre Yahveh.
El nombre de Dios que aparece en el Antiguo Testamento está formado por las consonantes YHVH o YHWH en hebreo. Debido a que el hebreo antiguo no utilizaba vocales en la escritura, la pronunciación exacta de este nombre se perdió con el paso del tiempo.
Por respeto y para no pronunciar en vano el nombre sagrado de Dios (Éxodo 20:7), los israelitas lo sustituían al leer por otros nombres como “Adonai” (Señor) o “Elohim” (Dios).
Más tarde, en la Edad Media, los masoretas añadieron las vocales de “Adonai” al tetragrama YHVH, dando como resultado la forma “Jehová” o “Yahveh”.
Si bien no se conoce con certeza la pronunciación original, se cree que pudo ser “Yahvé” o “Yao”, basándose en formas abreviadas como “Yah” y “Yahú” que aparecen en nombres teofóricos del Antiguo Testamento.
Significado del nombre Yahveh.
El nombre Yahveh parece derivar de la raíz hebrea “havá” o “hayá”, que significa “ser” o “estar”. Por eso se ha traducido como “El que es”, haciendo referencia a la eternidad y autonomía del ser de Dios.
Otra interpretación es “el que da el ser”, aludiendo a Dios como creador. Pero la traducción más precisa es probablemente “el que está presente”, que expresa la idea bíblica de un Dios vivo y cercano que se manifiesta activamente en la historia de su pueblo.
Así, en Éxodo 3:14 Dios se revela a Moisés diciendo “Yo soy el que soy”, o también “Yo estaré contigo”, expresando su presencia salvadora junto a Israel. El nombre Yahveh transmite la noción de un Dios personal y relacional.
Importancia del nombre Yahveh en el Antiguo Testamento.
El nombre Yahveh adquiere una importancia central en la teología del Antiguo Testamento a partir de la revelación a Moisés en el Sinaí (Éxodo 3:13-15).
- Representa el establecimiento de una relación de alianza entre Dios e Israel, en la cual Yahveh se compromete a acompañar y liberar a su pueblo de la esclavitud.
- El nombre expresa la identidad y esencia del Dios de Israel, el único Dios verdadero frente a los dioses paganos. Solo Yahveh es digno de adoración.
- Aparece en combinación con otras palabras para resaltar atributos de Dios: Yahveh-Jireh (“Yahveh proveerá”), Yahveh-Nissi (“Yahveh es mi bandera”), Yahveh-Shalom (“Yahveh es paz”), etc.
- Los profetas utilizan el nombre Yahveh para denunciar la infidelidad del pueblo hacia Dios y llamarlos al arrepentimiento y obediencia a la alianza.
- En los salmos, el nombre Yahveh a menudo se asocia a la alabanza, invocando su poder y acción salvadora a lo largo de la historia de Israel.
De esta manera, el nombre revelado de Dios cobra una importancia teológica central en la experiencia religiosa y la espiritualidad del pueblo de Israel. Pues representa la identidad del Dios vivo que libera, acompaña y bendice a su pueblo.
Transliteraciones posteriores del nombre divino.
Con el paso del tiempo, la pronunciación original del nombre de Dios se fue perdiendo. En la traducción griega de la Biblia (Septuaginta) se reemplazó el nombre Yahveh por Kyrios (Señor).
Del mismo modo, cuando se realizaron las primeras traducciones latinas y castellanas, se utilizó el nombre «Jehová» derivado de la vocalización masorética. Otras transliteraciones modernas han sido Yave, Yahvé o Yahweh.
Los estudiosos siguen debatiendo cuál pudo ser la pronunciación original. Pero en cualquier caso, es claro que YHVH era el nombre propio e íntimo con el que Dios se dio a conocer en el Antiguo Testamento, representando su identidad y cercanía personal con Israel.
El nombre de Dios en el Nuevo Testamento.
En el Nuevo Testamento se sigue el uso griego de referirse a Dios con el título Kyrios. Pero ahora este nombre y títulos de Yahveh se aplican a Jesucristo, expresando la creencia de los primeros cristianos en su divinidad.
Jesús es presentado como el cumplimiento último de las promesas hechas por Yahveh a Israel. Dios se revela de modo definitivo en la persona de Jesucristo, el cual declara “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30).
Conclusión sobre quién es Jehová o Yahveh.
El nombre Yahveh ocupa un lugar central en la experiencia de fe del pueblo de Israel narrada en el Antiguo Testamento. Representa la identidad del Dios vivo que se compromete en una relación de alianza con su pueblo, lo libera de la opresión y lo acompaña cercanamente en su historia.
Aunque su pronunciación original se ha perdido, el poder teológico del nombre de Dios y todo lo que representa permanece como parte esencial del legado espiritual bíblico. El Dios de la promesa y la liberación que se reveló a sí mismo como Yahveh llega a su plenitud en Jesucristo, el rostro definitivo de Dios para la humanidad.