Desde hace un tiempo para atrás el Señor comenzó a tratar conmigo en cuanto al tema de la piratería. Para explicar un poco acerca de qué tipo de piratería les comento que en el país en el que vivo la piratería de software está bastante arraigada en la cultura.
Según estadísticas: El índice de la piratería en programas de computadoras en Guatemala bajó el 1 % en 2007, pero las pérdidas económicas fueron de 41 millones de dólares, informaron hoy fuentes empresariales. (1)
¡Wow! y esto solo si hablamos del tema de software.
Desde luego quiero aclara que mi querida Guatemala no es el único país que sufre problemas de piratería de Software, este mal como se le debería llamar esta diseminado por toda Centroamérica.
Bueno, la verdad va aun más haya de Centroamérica; se podría decir que es un mal que afecta a todo el mundo. Claro, en algunos países es mas notorio que en otros, pero no se puede negar que en cada países existe este mal de una u otra manera.
Hoy se habla de piratería de software, piratería de música, de vídeo, de libros y de muchas otras cosas más. Lo penoso de todo esto (y hay así me incluiré yo) es que la piratería no solo se esta dando fuera de la iglesia, sino también dentro de ella. Es triste aceptarlo pero habemos o hubimos personas dentro de la iglesia que fuimos parte de esto.
El gran problema de practicar la piratería como creyentes es que estamos viviendo en contra de los principios bíblicos. Si en contra de los principios del Reino de Dios.
Y en este punto tales personas estamos bastante mal, púes nuestro deber como creyentes es ir creciendo día con día. Parecernos mas a Jesús.
Al decir esto viene a mi mente el pasaje de 1 Juan 2:6 que dice:
El que afirma que permanece en él, debe vivir como él vivió.
También podemos leer 1 Juan 1:5-7. En estos versículos el apóstol Juan exhorta a sus oyentes, (los cuales se cree que habrían sido gentiles) a que anden el luz.
«Y este es el mensaje que hemos oído de El y que os anunciamos: Dios es luz, y en El no hay tiniebla alguna. Si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; mas si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado».
Creo que uno de las características que debería identificar a un creyente es LA OBEDIENCIA. Y si te preguntas ¿obediencia a que? Bueno, la respuesta es obediencia a la Palabra de Dios.
Personalmente tengo que reconocer que no era alguien tan obediente en ese sentido, y claro la obediencia no puede ser a medias… viéndolo así yo no estaba siendo obediencia al Señor. A pesar de saber que lo que hacia estaba mal, me justificaba conmigo mismo con pensamientos como: y bueno, no tengo tanto dinero para comprar este programa… o bueno solo lo voy a utilizar por un tiempo así que para que comprarlo… ¡ay! Que mal estaba en esos días.
Sin embargo, dentro de mi podía sentir como el Espíritu Santo me recordaba que lo que estaba haciendo estaba mal… muy mal. Y que se me había olvidado que no puedo ser un creyente a medias. NO si deseo hacer la voluntad de Dios y honrarle en todas las áreas de mi vida.
Justamente es eso lo que nos recuerda 1 Juan 1:5-6. Partiendo de ese punto debemos reconocer que no podemos decir que estamos bien cono Dios y que andamos en luz si practicamos la piratería ¿Por que? Bueno es muy sencillo. Porque PIRATERÍA significa o es ROBO. Lo queramos aceptar o no, así es. Y eso es lo que yo no quería aceptar.
Como te dije el Señor trato conmigo en cuanto a este tema y creo que el versículo que me puso contra la espada y la pared fue: Deuteronomio 5:19 que dice: No hurtarás.
En otras palabras: No robaras.
Este versículo me confronto, de tal manera que en ese momento fue cuando en oración me acerque al Padre reconociendo mi condición como hijo desobediente y pidiéndole que el me perdonara y que también me diera las fuerzas para no volver a cometer tal pecado.
La verdad, desde esa oración han transcurrido ya algún tiempo. Y soy transparente al decir que me siento muy feliz ahora que no practico la piratería, creo que se debe a que se que estoy haciendo lo correcto (lo que la Palabra de Dios me enseña).
Esta idea encaja muy bien con las palabra de el autor John Stott quien en su libro sobre la Roca refiriéndose a la vida cristiana dice:
«nos lleva más que unos minutos hacerse miembro de una iglesia. Pero lo que esto supone debería llevar toda la vida, y tener su aplicación en la casa, en el trabajo y en la comunidad».
Esto se aplica muy bien a lo que en una ocasión escuche decir a un maestro del seminario teológico. Parafraseando sus palabras fue algo así: Un líder de jóvenes no tendrá la autoridad de decirle a sus jóvenes que algo esta mal, si el lo practica. Si somos lideres debemos aceptar el cambio para nuestra vida, (y claro ese cambio vendrá de la Palabra de Dios) y puede ser que el cambio, sea la demanda de dejar la piratería.
Bueno, tal vez no sea tan relevante lo que te diré a continuación pero no quiero dejarte con dudas querido lector o lectora. Por si has pensado que es lo que estoy haciendo ahora que no practico la piratería.
Si ahora que no existe por ejemplo: el Windows UE 6… 8 o el Office, o el Sony vegas o otros programas.
La respuesta es que todo se define en una sola palabra Linux. Si ahora uso Linux el cual es un sistema operativo Open Source. En el cual todo… si todo es totalmente gratuito.
Eso para mi es una gran bendición pues por el momento no tengo para comprar una licencia de Windows Vista o de Office 2007. Aunque pensándolo un poco creo que ya no lo haría pues me siento mas que contento utilizando este sistema operativo. Si Linux Ubuntu.
Creo que justificarnos de que no hay otro manera más que piratear software es algo ilógico. Porque la verdad existen muchas alternativas y creo que en la medida en que le seamos obedientes al Señor el nos abrirá la mente para poder adaptarnos a nuevos sistemas operativos, o a nuevos programas, o a acostumbrarnos a ver los vídeos en la televisión o a escuchar nuestra canciones favoritas en la radio (claro, pensando si no lo podemos comprar).
Me despido con esta reflexión.
Piénsalo, si últimamente el Señor te ha llamado a abandonar la piratería. ¿no crees que dejarla y serle obediente seria lo mejor?
Que el Señor te bendiga.