Como un juego de Ajedrez

El ajedrez, un juego de dos personas, cada una dispone de piezas móviles que se colocan sobre un tablero de 64 casillas blancas y negras, al principio del juego cada jugador tiene 16 piezas: un rey, una dama, dos arfiles, dos caballos, dos torres y ocho peones. Se trata de un juego de estrategia, el objetivo es «derrocar» al rey del oponente. Esto se hace amenazando la casilla que ocupa el rey con alguna pieza propia sin que el otro jugador pueda protegerlo interponiendo una pieza entre su rey y la pieza que lo amenaza, mover su rey a un escaque libre o capturar a la pieza que lo está amenazando, lo que trae como resultado el jaque mate y el fin de la partida. Hoy compartiré una aplicación a la vida espiritual.

Como un juego de ajedrez

1. Dios tiene todas las piezas que necesita en sus manos

En el ajedrez tienes todas las piezas que necesitas para lograr tu objetivo, así es Dios, él tiene todas las piezas que necesita para cumplir su propósito en nuestras vidas (Salmo 138:8), tranquilo cuando pasen cosas en nuestras vida recuerda que eso es parte del objetivo para cumplir su propósito en tu vida.

2. Dios tiene todas las jugadas planificadas

En el ajedrez tienes que planificar antes de hacer un movimiento, porque tiene consecuencia buena y mala. Lo bueno es que en Dios tenemos ventajas porque él tiene todas la jugadas de nuestras vidas planificada, él conoce cada lugar donde mover nuestra vida sabe en qué situación estamos en este momento donde quizás la torre del trabajo está en peligro o el caballo de la salud está amenazado por un peón de cáncer o quizás nos comieron el arfil de la esperanza, tranquilo todo está planificado para la jugada del gran maestro Jesús.

3. Dios usa las piezas necesarias, en el momento adecuado y en la casilla correcta

Parece no tener sentido algunas cosas de nuestras vidas, a veces queremos nosotros elegir qué pieza Dios debe usar, Dios quiere usar un peón y tu insiste en un caballo, en ocasiones le quitamos de las manos las piezas a Dios para jugar la que pensamos es la correcta y por eso perdemos piezas importantes de nuestras vidas, tranquilo el juego aún no termina.

4. Debes establecer defensa

No sabemos en qué momento vendrán los ataque nuestras vidas, no todo es color de rosas vendrán ataques fuertes muy fuertes, tu enemigo usará toda su habilidad para tratar de poner en jaque mate la pieza más importante del juego el rey (tu corazón) porque del mana la vida Proverbios 4:23 algunas armas que necesitaras efesios 6:10 al 20.

5. Conoce los ataques de tu enemigo

Mira todo el terreno de juego cada una de tus piezas y el lugar donde se encuentran, analiza cuales son las piezas más vulnerables al ataque de tu oponente porque el buscará la zona más débil de tu terreno de juego (tu vida) para comenzar su feroz ataque sin piedad contra ti y si te descuidas te comerá pieza por pieza empezará por los peones (tiempo de congregación con tus hermanos ) después la torre (ayuno) seguirá con el caballo (la palabra de Dios) y continuará con el arfil (la oración) después la dama (tu relación con Dios) hasta llegar rey (tu vida) y darte jaque mate. 2 Cor 2:11

6. Planifica tus ataques

No solo es recibir ataque es tiempo de atacar también, comienza analizando cada una de tus piezas y conoce para que sirven, como se mueve, qué valor tiene, el poder que tiene, porque si no saber para qué sirven y como se usan tus armas (efesios 6:10) de nada vale que las tengas, planifica bien tus ataque para que sepas que armas usar y en qué momento la vas a usar, hay ocasiones en que solamente tienes que huir por eso debes de planificar tus ataques para utilizar el arma adecuada y por qué hay momento que ni ayuno, ni vigilia, ni cilicio lo que tienes que hacer para vencer esa tentación, sino simplemente huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 2 Timoteo 2:22

7. Jaque mate

Al final tienes que darle jaque mate a todo lo que te está haciendo la guerra, a lo que quiere desviarte del propósito de Dios, tienes que hacer como David después de derribar al gigante le cortó la cabeza, porque muchas veces dejamos cosas vivas en nuestras vidas que deberían estar muertas y se levantan con más fuerza cuando se recuperan de nuestro ataque y será más difícil derribarlo nuevamente así que no te conformes con derribarlo tienes que darles jaque mates.

[note note_color=»#fef0b4″]Este artículo fue una colaboración de Jean Carlos De León.
Jean vive en Santo Domingo, Rep. Dominicana. Es líder juvenil y encargado del dpto. de misiones en su iglesia local. Director de Liderazgo y Ministerio Juvenil (LMJ). Estudiante del IEJ Ext. Rep. Dominicana. Esposo de Yokasta. » Sígueme en Yo Soy Dinámico en Twitter @yosoydinamico.[/note]